FrankensTrump: Los Responsables De Su Creación
Luego de casi cuatro años de demostrar que es una persona no apta para el trabajo que ostenta, nuevamente cobra actualidad esta nota de 2016, porque si el resultado de las elecciones de noviembre le son adversas, no entregara el poder de una forma democrática. Es una predicción.
Nota original: Por años me preguntaba como era posible que los norteamericanos más pobres, menos educados y menos privilegiados pudieran votar por los millonarios republicanos, pudieran creerles sus cuentos de que bajar los impuestos a los billonarios beneficiaría a los trabajadores, que eliminar las ayudas sociales sería una solución a sus necesidades, que aumentar los precios y reducir las prestaciones medicas los curaría de sus dolencias. Me costaba muchísimo entenderlo. Ahora se les acabó el cuento que el prócer Reagan inventó para las masas. Ahora llegó un “mesías” que también miente, que inventa cualquier cosa, que habla con un lenguaje que no puede estar más alejado de la forma de hablar de políticos de carrera, que usa groserías, insultos, epítetos racistas, denigra a mujeres y discapacitados por igual y que le importa un bledo lo que nadie diga de él. Ese empresario pintado de naranja, ha logrado lo que nadie logró antes: desenmascarar las mentiras del “establishment”, el cual ha multiplicado sus fortunas como consecuencia de sus dichos y acciones, mientras que la calidad de vida del resto de la población ha disminuido. El famoso “sueño americano” es puro cuento, a menos que tu papi te haga un “pequeño préstamo” de un millón de dólares.
La gente está enojada y con razón. Han escuchado la verdad, el emperador está desnudo. Es hora que los republicanos y demócratas que tan cómodos han estado en las últimas décadas, empiecen a pensar en un “plan B”. El pueblo no los banca más. Prefieren a este monstruo que dice cualquier cosa, que cambia de ideas como de ropa interior (siempre que sea de su conveniencia personal), y que de convertirse en el líder de Estados Unidos, con su inhabilidad para la diplomacia y su profundo desconocimiento de todos los temas que no sean auto-promoción, logrará entrar en una tercera guerra mundial en menos de lo que canta un gallo. Aún así, lo siguen porque es diferente al resto de los políticos.
En este proceso electoral, es muy probable que el partido Republicano como tal se desintegre. La retórica utilizada por sus líderes desde antes aún que Obama fuese elegido como el primer presidente de origen africano, fue clara: “haga lo que haga Obama, sea o no bueno para el país, nosotros estaremos en contra”, tiene como consecuencia un rebrote de racismo no visto desde hace décadas. El congreso y senado -integrado en su mayoría por la oposición-, ha hecho y sigue haciendo lo imposible para poner palos en la rueda de la administración de Obama.
Sin ir más lejos, Mitch McConnell, el líder de la mayoría republicana en el congreso, cuando el cuerpo sin vida de Antonin Scalia, miembro de la corte suprema de justicia, aún estaba tibio, declaró sin ponerse colorado, que “no escucharían argumentos de ningún candidato para reemplazar al muerto que sugiera el presidente”, lo cual es ir en contra de la constitución. Que se cuiden estos señores, porque el país en el cual han vivido tan cómodos por tanto tiempo, con lobistas que les han llenado los bolsillos, con vidas absolutamente privilegiadas, está cambiando. Sino, miren quién lidera las encuestas del partido de la derecha.
Las fuerzas políticas harán lo posible para desplazar al egocéntrico empresario. Los ayuda mucho el hecho que en EEUU no hay voto directo. Aquí, en realidad, el pueblo no elige al presidente. El sistema electoral norteamericano es una completa arbitrariedad, diseñado por la elite de ambos partidos y que debe ser reformado de inmediato. Creo que ésta bizarra realidad asegurará un triunfo demócrata para la casa blanca, más allá de lo que digan los medios y las encuestas.
Y los medios, que tanto se han regodeado con altos ratings poniendo a este nefasto personaje al aire, deberán también hacerse responsables del monstruo que han creado.
Finalmente Frankenstrump volverá a lo suyo después de su derrota: inventará productos que venden, otros que no, hará acuerdos en los cuales le pagarán por usar su nombre en edificios y casinos, y creará algún que otro programa de TV dónde, contento, mostrará lo peor del ser humano, algo para lo cual él no tiene que hacer ningún esfuerzo.