El Poder Sensorial De Los Animales y La Soberbia Humana
Escuché una entrevista al escritor Ed Yong, autor de “An Inmense World”. No solo pasó a formar parte de mi pila de libros a leer, sino que se ubicó en primer lugar.
Este volumen, cuyo subtitulo es “cómo los sentidos de los animales nos revelan los reinos ocultos que nos rodean”, es un fascinante estudio (que recomiendo consumir en audio-book) sobre las diferentes formas en que los animales perciben el mundo.
Nosotros, con nuestra superioridad cerebral y nuestra auto-percibida superioridad intelectual, creemos que el mundo es de la forma que lo vemos. Nos engañamos convenientemente pensando que nuestra percepción es la real.
Mi padre era daltónico. O sea que él, un humano altamente educado y sensible, no veía el mundo de la misma manera que su hija. Para él un árbol de ceibo florecido en extremo, era un objeto monocromático. No podía distinguir el rojo de las flores del verde de las hojas o el marrón del tronco. Tampoco diferenciaba el celeste del lila, o el rosado. Nunca sabré como veía el mundo desde sus ojos. Y él nunca supo cómo lo veía yo.
¿Será cierto que sé cómo ven el mundo otros humanos sin daltonismo? ¿Sabrán ellos como lo veo yo?
Me divertía de chica con libritos para colorear. Le daba a mi papá una caja de lápices de colores para que pintara esa casita ilustrada con colores fuertes, igual a la página opuesta. Recuerdo que lo que para mí era tan obviamente un techo rojo, él lo pintó de marrón, usando el rojo para el pasto. En sus ojos no veía la diferencia. Lo que a mí me causaba carcajadas y gozo, es posible que para él se sintiese como una discapacidad. Han pasado 12 años de su Muerte así que nunca lo sabré.
Pero hoy me doy cuenta, a través del libro de Yong, que la soberbia con la que los humanos analizamos el mundo que nos rodea, se traslada a todas nuestras experiencias.
Nuestros animales domésticos, los perros, por ejemplo, “ven” el mundo a través de su olfato además de la vista. Ese paseo dos o tres veces por día a dar una vuelta manzana, a nosotros nos da el mismo resultado. Vemos las mismas casas, los mismos árboles, veredas, etc. Una experiencia rutinaria. Quizás una sensación diferente si hace frío o calor, si hay sol o llueve. Para los perros ¡es un universo diferente cada vez que salen! Su extraordinario sentido del olfato, que les permite percibir hechos que no están a la vista, les indica qué animal pasó por allí, y miles de cosas más que quizás nunca sabremos. Por eso tu perro se detiene a oler cosas que, con un tirón de su correa les evitas, sin pensarlo siquiera. El percibe un universo ajeno a tus sentidos
Hay animales, como los murciélagos, que se orientan por ecolocalización.
Las abejas tienen tres ojos simples, pero a su vez, dos ojos compuestos formados por miles de ojos simples. Si, miles. Las abejas son capaces de leer el mensaje de las feromonas segregadas por otros ejemplares, tanto de su colmena como de una enemiga.
Las ballenas se comunican a través del sonido. Anteriormente a nuestros maravillosos y desarrollados sistemas de transporte marino, aseguran que las ballenas podían comunicarse a través de todos los océanos. Nuestra contaminación sonora les ha cercenado esta habilidad. Es otra forma de ecolocalización como la de los murciélagos, pero subacuática.
Los humanos vemos un espectro de colores rojos, verdes y azules. La mayoría de las aves agrega el espectro ultravioleta.
La distinta percepción de colores se mide en algo llamado conos o fotorreceptores. Los humanos tenemos tres, las aves cuatro. ¡Las mariposas quince! ¿Podemos siquiera imaginar que es lo que ve una mariposa? El mundo es el mismo. Pero lo que vemos unos y otros, es completamente diferente.
Los camarones mantis tienen dieciséis foto-receptores. Pero según los científicos, eso no le permite ver más colores sino usarlos de una forma diferente. Posee además el poder de ver la “polarización”, algo que es imposible de entender, ya que un humano es incapaz de ver esto. Es la dimensión espacial de la luz.
Las tortugas marinas son capaces de percibir el campo magnético.
Como vemos, el mundo es uno sólo, pero la percepción del mismo es múltiple.
Con una visión tan diferente de un sólo objeto, no es de extrañarse que nos sea difícil entendernos, conciliar ideas sobre el universo que nos rodea. Ni que hablar de ideas políticas, religiosas. Cada individuo hace ejercicio de su independencia de criterio, basado en sus propias percepciones.
No nos será fácil ponernos de acuerdo. Ni en lo pequeño ni en lo general. Requerirá de un enorme esfuerzo para llegar a un consenso. Un esfuerzo sobrehumano. Casi animal.
whoiscall
May 9, 2023 @ 6:44 pm
Thx