El Suicidio. Un Flagelo de Nuestra Época
Quizás también a ti aún te parezca mentira que en agosto de 2014 Robin Williams, el brillante comediante, actor y mimo que tantas risas nos provocó, haya decidido tomar su propia vida después de concluir que su futuro no valía la pena.
Una verdad poco conocida, es que el suicidio es la décima causa de muerte en el mundo entero. Lamentablemente adolescentes y hasta niños forman parte de esas estadísticas.
Y tal vez, como pasó con Williams, el círculo más cercano de la próxima víctima de éste flagelo, no tiene ni idea qué está presenciando los últimos minutos con vida de su ser querido.
Por eso es tan importante prestar atención, hacer preguntas, insistir en las preguntas y de ser necesario, tomar medidas.
La persona que decide terminar su propia vida podrá tener miles de razones diferentes para hacerlo, pero aquellos que quedan detrás –su familia, sus amigos- no lo superarán nunca. Quizás se acostumbren a su ausencia, quizás logren aliviar la culpa de no haberse dado cuenta o de no haber hecho lo suficiente para evitarlo, pero vivirán por siempre con ésa herida abierta.
Por eso hay que prestar atención a los síntomas, a lo que dice ésa persona deprimida o frustrada o triste. La época de las fiestas es especialmente vulnerable.
Y nunca olvidar que ésa frase que circula hace tanto: “el que dice que intentará suicidarse no lo hará”, no es cierta. Puede ser, simplemente, un desesperado pedido de ayuda.
Algunas señales a las cuales estar atentos:
- Hablar o escribir sobre suicidio. Decir frases como: “Me voy a matar”, “Ojalá me muera” o “Estoy tan cansada/o de la vida”.
- Comprar armas o cuchillos o acumular pastillas.
- Alejarse de todo contacto social.
- Cambios severos del estado de ánimo.
- Pensar constantemente en la muerte, en morir o en la violencia.
- Depresión o un sentido de desesperación..
- Aumento del uso del alcohol o las drogas.
- Cambiar la rutina normal, incluido el hábito de comer y dormir.
- Hacer cosas arriesgadas o auto-destructivas, como consumir drogas o conducir sin cuidado.
- Regalar pertenencias o poner en orden cuestiones personales.
- Despedirse de los demás como si fuera la última vez.
- Cambios de personalidad, como los de una persona muy sociable que retire todo contacto o una persona de buena conducta que actúe con rebeldía.
Factores de riesgo adicionales
- Estrés por la escuela, las relaciones y las expectativas.
- Intentos suicidas anteriores: casi la mitad de los adolescentes que cometen suicidio lo habían intentado antes.
- Historia familiar de abuso, suicidio o violencia.
- Una pérdida reciente, como la muerte de alguien, el fin de una relación o el divorcio de los padres.
- Ser víctima de acoso escolar o ser el acosador; acoso cibernético.
- Los homosexuales, lesbianas, bisexuales, transexuales y los que están indecisos en su orientación sexual (“LGBTQ”, por sus siglas en inglés para todo este grupo) son 4 veces más propensos a intentar suicidarse que sus compañeros que no lo son.
Más información: http://www.saludsiemprevc.org/es/prevencion-del-suicidio/senales-de-alarma-sobre-suicidio#sthash.JOcvKsP3.dpuf