Que te puede pasar si no limpias tus brochas
Las mujeres (y algunos hombres también) estamos rodeadas, o mejor dicho bombardeadas, de publicidades de productos cosméticos y de belleza.
Cada temporada nos cuentan las tendencias: los labios rojos, los ojos como si nos hubiésemos peleado con un boxeador, o el “look” natural y puro. Como sea, lo que nunca nos dicen, es que los elementos que usamos para embellecernos, acumulan gran cantidad de bacterias y pueden ser potencialmente peligrosos.
Cualquier brocha o pincel de maquillaje que utilizamos no sólo nos agrega bases, polvos y cremas, sino que también recoge células de piel muertas, grasa y hasta…puede absorber bacterias de materia fecal si es que –como es común- las guardamos en el baño.
¿Sabias que cuando vaciamos el inodoro, miles de imperceptibles gotitas de agua contaminadas –con-ya-sabes-que- pueden volar por el ambiente recayendo en cualquier superficie?
“Compartir nuestros útiles de maquillaje equivale a hacerlo con el cepillo de dientes” sostiene Agnieszka Pazdzior, directora de formación de Benefit en un artículo aparecido en El País de España.
Por eso hay dos recomendaciones básicas. Una es lavar muy seguido, como máximo cada dos semanas, nuestros elementos de maquillaje como pinceles, esponjas y demás.
Y la segunda y más importante aún, es no compartir ni tu maquillaje ni tus brochas con nadie.
Puede que esto no caiga simpático, pero es preferible educar sobre la razón, y no recibir de regalo una conjuntivitis infecciosa en los ojos, una condición en la piel difícil de curar o algo aún peor como herpes, que es muy contagioso y no tiene cura.